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miércoles, 12 de diciembre de 2007

Capitulo 8: Secuestro mayor.

Durante una semana estuvieron planeando qué hacer, eligieron el santuario como lugar estable donde vivir, poco a poco fueron creando un ambiente más hogareño y más seguro a la parroquia, Jesús y Alejandro se encargaron de la seguridad de las puertas y ventanas, y los demás se encargaron de hacer camas artesanales y de buscar velas para iluminar el lugar.

Lacomida no durará mucho tiempo, debemos buscar algún lugar donde buscar comida- dijo Javier.
Pero debemos hacer un grupo para que salgan a buscar comida, quién se ofrece?- sugirió Paz.

Yo iré- dijo Javier- quien me acompaña?.
Yo voy contigo- dijo Fabián.

Y así se fueron ofreciendo todos hasta que tuvieron que decidir quienes iban y quienes no, al final quedaron Lee, Paola, Alejandro , Jesús y Fernando.

Tengo miedo de lo que les pueda pasar- dijo Lee cuando ya habían partido los demás.
Andrea, Fabián, Javier, Paz y Lucas saben cuidarse, confía en ellos- dije no muy convencido de lo que decía.

Ya les dimos las instrucciones apenas encuentren suficiente comida volverán- dijo Jesús.
Y si no vuelven? , y si no encuentran comida? y si son atacados por Ellos?- dijo Lee desesperadamente.
Cálmate, saben cuidarse y lo lograrán. dijo Alejandro evitando que siguiera con su oración pesimista.

Terminemos de ordenar este lugar, calculo que volverán en un par de horas más- dijo Paola.
Durante una hora estuvieron terminando el lugar, ya habían camas bastante aceptables, iluminación a vela por todos los sectores importantes e incluso un lugar de reuniones.

He estado pensando en Ellos, quienes serán, que será lo que quieren? - preguntó Jesús a Alejandro en un tono muy bajo.
No tengo idea, sólo sé que tenemos que hacer algo contra todo esto, y luego o seguirán desapareciendo todos hasta que no quede ninguno- respondió Alejandro.
Apenas lleguen los demás vamos a pensar en qué hacer para encontrar a los demás, haremos una verdadera reunión, un verdadero plan, esta vez no puede fallar.- interrumpió Paola que parecia haber estado escuchando toda la conversación.

En ese momento hubo un golpeteo en la puerta y Lee corrió a abrir, entró Paz corriendo y cerró la puerta apenas entró.
Y los demás?- pregunté apenas la vi con manchas de sangre en las manos.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Capitulo 7: La inusual familia.

¿Quienes son ustedes, pequeñitos? - dijo una de las mujeres que se encontraba en el grupo.
Nosotros, venimos de unas calles más abajo, queremos saber quienes son ustedes- repitió Paola.

Nosotros somos la familia Valdenegro, llevamos aquí un par de días, los atacantes nos han seguido y se han llevado a nuestra tía- dijo uno de los niños del grupo.

Nostros estamos en una situación similar- dijo Alejandro sin querer dar mucha información.

La familia les dió víveres y mucha comida, lo disntinto a las personas que habían visto es que esta familia no se veía desaliñada como las demás personas sobrevivientes, se demostraban muy amables, algo que inquietó a algunos.

La familia estaba constituida por los padres y dos hijos, bastante delgados todos, con mirada perdida, pero felíz y con torpe caminar, pero agradables temas de conversación.

Conversaron con la familia durante unos minutos y fueron invitados a descansar en la parroquia,armaron unas camas artesanales con ayuda de los bancos de la parroquia y algunas vestmentas de cura como frazadas.

Cuando estaban todos descansando y recuperando energías para al otro día ir a otro lugar uno de los del grupo no podía dormir, algo le inquietaba.

Jesús, Jesús, despierta- dijo suavemente.
¿Qué pasa , Javier? ¿Por qué no estás durmiendo? - dijo Jesús en un tono soñoliento.
Em, esta familia, me da mala espina, te juro que no confío en ellos- dijo Javier.

A mí tampoco, en la mañana nos iremos, pero...

Un grito desgarrador rompió la tranquilidad general, algunos se levantaron instintivamente , otros permanecieron acostados.

¿Están todos bien? - gritó Alejandro.

¡Falta Marion!- gritó Lee desde un extremo cerca de una figura de ángel.

La buscaron durante mucho tiempo, pero fue inútil, y tampoco estaba la familia, la inusual y alegre familia, al parecer eran parte de Ellos, o tal vez solo decidieron cambiar de vivienda, o quien sabe.

Lee lloraba desconsoladamente, Jesús golpeaba la pared con rabia, Alejandro miraba la nada misma. Nadie sabía que hacer. Sólo jóvenes, jóvenes en un robelma gigante, ¿solución? Pelear. Y ganar, y encontrar a todos. A TODOS!

martes, 6 de noviembre de 2007

Capitulo 6: El aviso.

El grupo de desesperados amigos estuvo dos días en aquella casa, pensando en posibles lugares donde ir después, hasta que llegaron a la conclusión de ir a la parroquia que quedaba cerca del lugar actual.

¿A qué hora saldremos de aquí?- pregunté luego de haber decidido el nuevo destino.

Creo que en la noche, por que es mucho más seguro para todos- dijo Andrea.
No... de día, por que la mayoría de las desapariciones han sucedido de noche y es mucho mejor mantenernos visibles unos de otros- respondió Lee.

Entonces, saldremos en media hora- dijo Jesús terminando con el diálogo.

Media hora...tan poco tiempo para todo, por todo escapar, esto aterraba a todos, el hecho de tener que escapar, escapar de Ellos, huir, pero por cuanto... ¿Cuánto tiempo más huirán antes de luchar?.

Un ruido como de vidrio quebrado terminó de golpe con mis pensamientos, seguido por un ruido de pasos proveniente de los que estaban por otros lados de la casa, todos nos juntamos en la ventana del pasillo para ver la provenciencia del sonido.
Una piedra enrollada en un papel había llegado desde fuera de la ventana hasta dentro.

Alejandro quien iba de los primeros a ver qué había sucedido tomó la piedra y sacó el papel, lo desplegó y leyó, un tono de palidez lo invadió, y lo pasó a Jesús quien leyó en voz alta:

"Esta noche desaparecerá uno de ustedes, cuiden sus espaldas"

Esto me está aterrando demasiado, debemos irnos ahora de aquí.- dijo Lee

Todos corrieron a buscar sus pertenencias y a dirigirse rápidamente a la puerta para salir y llegar a su nuevo destino, la parroquia al final de la calle.

Salieron rápidamente a la calle y se dirigieron todos hacia el mismo lugar, no se detuvieron hasta que divisaron la parroquia, nadie hbalaba nada, todos intentaban de hacer el menor ruido posible.

Un grito se escuchó muy a lo lejos con lo que el grupo entero se detuvo, todos se miraron y alguien dijo:

Es una distracción, sigamos.

A lo que el gritó volvió aún más fuerte y como desgarrador, muy parecido al de Javiera días antes.

Apresuraron su paso hasta llegar a las puertas de la parroquia, pero la parroquia no estaba deshabitada como todos los lugares, a diferencia de las demás casas había un grupo de personas reunidas en igual condición que el grupo, pero la pregunta es:
¿Debemos acercarnos?

Disculpen- ¿Quiénes son ustedes? - gritó Paola asustando al silecioso grupo, dirigieron sus caras hacia el grupo y durante unos segundos que parecieros minutos e incluso horas, nadie respondió...

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La dura que no me gustó ...
hace tiempo que no escribía, la motivacion es nula O.o

-Claudio-

martes, 18 de septiembre de 2007

Capítulo 5: Grupo incompleto

Capítulo 5:

-¡¿Qué hacemos?! – gritó ahogadamente Andrea desde un rincón.

-Haremos dos grupos y debemos salir de aquí- sugirió Alejandro

-Eso no es una buena idea, peleemos – dijo Paola

¡Se acercan! – dijo Lee asustadamente.

Un ruido de pasos que fue en aumento en dirección hacia el angelical cuarto, el corazón de la mayoría se aceleró, se sentía el crujido de la madera del pasillo hacia el cuarto, en ese instante el ruido cesó.

La puerta se abrió lentamente con un crujido y todos dirigieron la vista hacia la puerta, Paola sostenía un palo para defenderse el cual soltó de inmediato.

¿Quié… quién está ahí? – preguntó Fabián entrecortadamente

¿Fabián… eres tú? – pregunto una voz sigilosa desde el oscuro umbral de la puerta.

¡Marion! – gritó Alejandro corriendo a saludarla

Marion, Lucas y paz se acercaron desde la oscuridad con un aspecto irreconocible, ropas rasgadas, pelo desordenado y con cara de no haber dormido en días.

Luego de haberse reencontrado los dos grupos Paz comenzó a relatar cómo había encontrado a Lucas y a Marion.

Sí, y también estaban Alonso y Patricia con nosotros – dijo Lucas tristemente.

¿Y dónde están?- preguntó Paola

Em.. a Patricia se la llevaron… Ellos – dijo Marion con un hilo de voz

En primer lugar se iban a llevar a Alonso, pero el muy poco hombre entregó a Patricia. Cuando supimos eso, Lucas le dio un golpe tan fuerte que se escapó y no lo vimos más- dijo Paz

¿Qué haremos ahora?, debemos encontrar a Javiera y a Patricia.

¿Javiera? ¡También se la llevaron? – gritó Paz

¡Vamos a encontrarlos! Y todo volverá a la normalidad. ¡Lo juro! – explotó Javier

¡Y de paso encontraremos a Alonso y lo golpearé, y aprovechamos de llevarnos a Ellos!- gritó en apoyo Jesús.

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Capítulo cortito.. y eso

>.<

-Claudio-

lunes, 17 de septiembre de 2007

Capitulo 4: La extraña casa

Capítulo 4:

Miramos hacia dentro de la casa y nos quedamos atónitos al ver tal desorden y destrucción, había retratos descolgados, fotografías rotas, vidrios en el piso y manchas de algo parecido a sangre en las paredes, total destrucción, algo nada fuera de lo común en todos losl ugares en ese momento.

Pasemos, no nos podemos quedar mucho tiempo fuera – dijo Jesús en un tono más calmado.

Pasamos uno a uno cuidando de cerrar bien la puerta al entrar, y nos quedamos mirando el lugar, un escalofríos traspasó por todos al quedarse parados mirando.

¿Será seguro quedarnos aquí? – preguntó Lee.

Revisemos el lugar primero, si advertimos algo nos vamos rápido y buscamos otro lugar – dije nerviosamente.

Lentamente avanzamos por un largo pasillo hasta que llegamos a una puerta, la primera puerta del pasilla, la puerta era de un color blanco resplandeciente y con unas pequeñas manchas negras como de grasa, cosa que ensuciaba la vista por el resplandor de blanco de la puerta a la cual nos dirigimos lentamente todo el grupo.

¿Quién se atreve a pasar primero?- preguntó Lee mientras Paola revisaba la puerta con la mirada, una mirada pensante y con el ceño fruncido

Sólo… pasemos todos juntos – dijo Alejandro nerviosamente.

Jesús se dirigió hacia la puerta y entró seguido por Alejandro, Fabián y más atrás yo.
Apenas entramos vimos que algo desencajaba, este cuarto no estaba en desorden como el resto de la casa, estaba decorado finamente con un rosa general y pequeños adornos de flores en las paredes, el techo era bastante algo y tenía adornos de mariposas en las esquinas del cuarto, había un gran armario de madera antigua y una cama con una mesita de noche bastante a tono con el cuarto, en otras circunstancias habría sido un cuarto normal, pero a diferencia de toda la casa, no lo era, solo por el hecho de que se encontraba todo en orden.

Alejandro y yo revisaremos esta parte en busca de algo extraño, ustedes revisen la otra- dijo Fabián.

Estuvimos buscando durante un largo rato, pero nada parecía fuera de lo común. Lee, Paola, Jesús, Andrea y Andrés habían ido a buscar víveres dentro de la casa y Fabián Alejandro y yo seguíamos buscando.

Fernando, encontré un diario de vida – me dijo Alejandro alcanzándome el libro.
Revísalo, ve si tiene algo extraño- dijo Fabián.

Alejandro comenzó a hojearlo y su cara tomó un color pálido de un momento a otro.

¿Qué dice?- pregunté.

“Fue un día excelente en el parque de diversiones con mi familia, el mejor día en semanas, espero poder volver al parque el año que viene.

Romina”- leyó Alejandro

En ese momento entró Paola con Jesús y Lee que traían comida.

Nos costó encontrarla, estaba en una despensa con llave al final de la cocina – dijo Lee.
Hay que aprovechar esta comida- dijo Jesús
Ocupamos un martillo para romper la chapa- agregó Paola.

¿Qué es eso? – preguntó Paola al ver el libro en las manos de Alejandro, el cual le quitó agresivamente de las manos y leyó, luego cambió de página y leyó:

“Hay gente rara en la casa, mis padres me dijeron que me escondiera en mi cuarto e hiciera el menor ruido posible”

“Todo está muy raro, no he visto a mis padres en dos horas, al parecer no están en casa”

“La gente rara sigue en casa, y han tratado de entrar a mi cuarto, pero está muy bien cerrado, aunque presiento que en cualquier momento entrarán”

“No han entrado…

Todos miraban a Paola esperando que siguiera leyendo, pero no lo hizo.

¿No continúa escribiendo? - pregunté a Paola

No, mira… dio vuelta el libro y se veía una mancha de tinta y unas manos marcadas en el libro.
En ese momento se sintió un fuerte golpe de una puerta , como si se hubiera cerrado de golpe…

Hay alguien aquí- dijo asustadamente Lee.

Nadie se mueva ni hable- dijo Fabián rápidamente.

Quedémonos juntos y preparemonos para cualquier cosa - dije asustadamente

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Eso, hace tiempo que no escribía aquí, no me gustó como me quedó este capítulo, lo había escrito mejor, pero perdí la hoja >.<
espero les guste, se viene el 5 ^^

-Claudio-

martes, 14 de agosto de 2007

Capítulo 3:" Desaparición".

Capítulo 3:
Las luces de los faroles se apagaron instantáneamente .Todos nos volteamos a ver el causante de tan desgarrador grito, nos quedamos atónitos al no poder ver nada más que la oscuridad delante de nuestras narices.

¿Están todos bien? – pregunté con un hilo de voz.

No puedo ver nada, no sé si estoy bien o no- dijo Javier en un extraño tono.

Las luces de los faroles volvieron y nos dimos cuenta de algo espantoso, no estábamos todos, faltaba una persona de nuestro grupo, me dio una punzada en en estómago, faltaba Javiera, pensé en el grito desgarrador que había escuchado minutos antes, provenía de Javiera, también pensé en Ellos un gran sentimiento de odio invadió mi cuerpo, no podía pensar, hasta que un llamado me hizo volver, con una nublada vista logré divisar a mucha gente corriendo de un lado a otro, hasta que entendí al sentir el llamado de alguien:

¡Javiera! – gritaban los demás del grupo.

Alejandro desesperado la buscaba por los alrededores, Lee no paraba de llorar siendo consolada por Paola. Fabián, Andrea y Javier corrían en busca de alguna señal, de algo que los llevara donde Javiera.

Javiera no estaba por ningún lado, al menos no la había visto ni siquiera cuando se la habían llevado.

¡Debemos irnos! – gritó Jesús- ¡Corran!

No entendí el por que, pero corrí, algo había asustado muchísimo a Jesús.
Alejandro no quería moverse hasta encontrar a Javiera.

¡No podemos irnos sin ella!- dijo Alejandro en total descontrol.

Alejandro, escucha, debemos irnos de aquí, si nos atrapan a nosotros no podremos buscar a las personas que se han llevado, que hasta hora son muchos, juro que te acompañaremos hasta donde sea y que encontraremos a todas las personas que han desaparecido, pero vámonos ya. – dijo Lee en un susurro a Alejandro.
Alejandro lo pensó unos segundos, tomó sus cosas que había soltado en el piso en un momento y corrió tras los demás.

Mientras corría pensaba en lo que Lee había dicho. ¿Quién más habrá desaparecido?, el sentimiento de odio aumentó hacia las personas causantes de esto.

Al detenernos llegamos a un lugar muy extraño, era la subida de un cerro, llena de casas muy antiguas, pero la mayoría estaba derrumbada, decidimos buscar una casa lo bastante buena como para escondernos un par de días, caminamos hasta encontrar una casa queen su puerta grababa unas palabras bastante conocidad para mí, cosa que no comenté a los demás, no podía parar de pensar en Javiera.

¿Dónde estará en este momento?
¿Estarpa bien?
Juro que no descansaré hasta que todo vuelva a la normalidad, lo juro...

Caminamos hasta la entrada de la casa y giramos el pomo de la puerta...


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Más cortito que lo normal, no logro concentrarme para desarrollar bien la idea =O
Dejen sus comentarios!

-Claudio-

sábado, 11 de agosto de 2007

Capítulo 2: Reencuentro.

Capítulo 2.

¡Sólo ven!- me dijo Jesús mientras corría.

No entendía nada, no sabía nada. ¿Dónde estará mi familia en estos momentos? ¿Y las personas que quiero? . Necesitaba saberlo, decidí seguirlos hasta lo que era su “señal”, cruzaron por lo que restaba de patio y llegamos a un umbral de una puerta que rara vez había fijado mi vista en ella, aunque muchas veces había pasado caminando por el mismo lugar nunca me había detenido a ver.

¡Entren! ¡Entren!- dijo una voz repetidas veces.

Al entrar vi una escalera en forma de caracol que subía hacia un nuevo piso, caminé hasta llegar al descansillo de las escaleras y vi un grupo de gente sentada en la oscuridad casi completa del cuarto.

¿Están bien todos?- pregunté a todos las personas que reconocí como mis amigos, al menos muchos de ellos, pero ninguno tenía la radiante sonrisa que los caracterizaba, esta había sido reemplazada por rasguños y cortaduras en plena cara.

Sí, estamos bien, pero necesitamos un nuevo lugar para escondernos de Ellos – dijo Andrés, un chico alto, corpulento y de una sonrisa radiante, al menos antes de todo esto…

¿Quiénes son Ellos?- pregunté instintivamente a todo el grupo.

No sabemos mucho de Ellos, solo sabemos que no están felices, se llevaron a muchas de nuestras personas queridas, y nosotros logramos escapar por distintas razones, Jesús se escondió durante tres días, Paola los enfrentó aunque el terror hacia Ellos le ganó, aunque se salvó de todas maneras - dijo Alenjandro con su mirada dura y su cabello negro más opaco que nunca.

¿Por qué no están felices y por qué se llevan a nuestras familias?- pregunté sin disimular lo que sentía, frustración, miedo y terror.

Yo creo que no es coincidencia que nos dejen a nosotros libres- dijo una voz profunda que no había hablado antes, Paola se encontraba en un rincón de la sala sin haber articulado palabra alguna.

¿Y qué crees que es? – dijo Javiera apoyada por Lee.- ¿Una invasión extraterrestre o algo por el estilo?- prosiguió con un reluciente tono de burla plasmado en su cara.

Ellos no son extraterrestres, ellos solo son personas, personas llenas de rencor y rabia contra este injusto mundo, ellos solo quieren que sintamos lo mismo que ellos sintieron, ellos están locos y no se detendrán hasta que no estemos bien como sociedad.- dijo Paola sin cambiar su profundo tono de voz.

Luego de esta conversación nadie habló por un par de horas, exceptuando a Jesús, Lee y a Alejandro que planeaban la forma de esconderse y escapar a un lugar seguro y Fabián que jugaba con sus espejo al cambiarse las formas de peinar de su cabello soltando carcajadas de parte de Andrea.

Pasó el tiempo lentamente, Lee se acercó a nosotros y con su melodiosa voz nos dijo:

Saldremos a las 8 en punto, tengan todo listo, debemos salir rápidamente, si por alguna razón alguien se pierde ya sabe cual es la forma de comunicación disponible.

¿Y cual es esa forma?- pregunté de inmediato.

Gritar- respondió Andrés con un tono algo chistoso.

Cuando dijo eso un escalofrío invadió todo mi cuerpo de cabeza a los pies, sentí miedo, miedo de no saber que pasaba.

Cuando fue la hora acordada todos nos encontrábamos con nuestras cosas en las manos y listos para salir, cruzamos el umbral de la puerta, bajamos la escalera y salimos al patio por donde habíamos llegado el día anterior, nos dirigíamos a la salida del recinto educacional, continuamos sin mayores problemas hasta que un grito ahogado rompió el silencio, un grito de terror, de esos que pocas veces se escuchan en la vida.

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Espero les guste este capítulo, a mi no me agradó mucho, pero es necesario para lo que se viene más adelante, lean estos primeros capítulos para entender después!

-Claudio-